Ya sabemos que en el día de tu boda vas a ser un gran anfitrión, pero también es verdad que es un momento en el que aparecen nervios, hay mucho ajetreo a tu alrededor y pueden surgir imprevistos que siempre serán salvables (eso te lo puedo asegurar).
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Hoy vamos a ver algunos consejos para antes de la boda, para lograr que el novio consiga mostrarse tranquilo y confiado en todo momento. Y también algún otro para el durante; fundamental mantener la calma e imprescindible pasarlo bien. Ya verás como lo consigues.
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- Escribe en un cuaderno o agenda todo lo que necesitas tener controlado para el día de tu boda. Si tienes que delegar alguna tarea especial en alguien, si te toca pasar por algún sitio la víspera o todo lo que te corresponda hacer a ti y que tenga relación con tu enlace. Si lo ves por escrito será mucho más fácil tenerlo interiorizado en tu cabeza. Y evitarás olvidos de última hora…
- Realiza con antelación esas tareas tales como como cortarte el pelo, afeitarte, si te apetece hacerte algún tratamiento especial, un masaje… Es bueno que lo hagas con tiempo para evitar problemas inesperados en el rostro, por ejemplo. Consulta con un profesional cuánto margen necesitas para ello.
- Ante todo, es muy importante la organización. Debes tener preparado todo lo que vas a necesitar para ese día y tener controlado no dejarte nada, sobre todo si te vas a ir a vestir a un sitio que no es tu casa. Deja listo todo lo que corresponde a tu atuendo (traje, camisa, corbata o pajarita, zapatos, calcetines, cinturón…) y también los productos de higiene básicos como desodorante y colonia.
- Sé previsor. Debes saber con antelación qué recorrido tienes que hacer para llegar al lugar donde se celebre la boda, si es un camino con mucho tráfico, si dispondrás de alternativas en caso de atasco o si surge cualquier contratiempo…
- No te olvides del romanticismo. Durante los días previos a la boda puedes organizar una maravillosa cena romántica para tu pareja, y ese mismo día incluso puedes escribirle una carta para contarle lo feliz que estás y todo lo que sientes por ella. Seguro que es un detalle que la emocionará mucho y nunca podrá olvidar.
- Hay que estar preparado para las eventualidades. No pasa nada. Los imprevistos suceden, llegan, se solucionan y se sigue la fiesta. No te agobies ni te des un mal rato, porque aunque hayaa revisado todo a la perfección hay cosas que se escapan a tu control. Ten un plan B, todo tiene solución, debes estar tranquilo y ya verás como va sobre ruedas.
- El día de la boda estrenas traje y zapatos. No te confíes en que estos últimos te vayan a sentar fenomenal, ya que puede ser que te molesten o hagan algo de daño al ser nuevos. Intenta llevarlos durante los días previos para que el pie se haga a ellos y no estén tan duros. También evitarás resbalones si la suela no está totalmente impoluta.
- Descansa y duerme bien la víspera. Seguro que hay muchos nervios, estás recibiendo a tu familia y a amigos y quieres estar con todo el mundo. Recuerda que te espera una jornada larguísima y que debes afrontarla con toda la fuerza del mundo para disfrutarla al máximo.
- Es importante que el día de tu boda desayunes bien. Va a ser un día largo y con muchas emociones, por lo que resulta fundamental que tengas energía para vivir cada momento con toda la intensidad del mundo. Hasta que llegue la hora de la comida todavía queda un buen rato…
