Aunque sabemos que la parte “dura” de la organización la manejamos nosotras (porque nos gusta, o porque no nos fiamos de nadie más, o porque somos así, y ya está) os dejo aquí una serie de consejos que os pueden facilitar la organización de la boda, tanto para vosotros como de cara a los invitados.
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Algo que será muy útil para los que acudan a vuestra boda, si ésta se celebra por ejemplo en una finca apartada de la ciudad, es que les proporcionéis un autobús que los lleve y los traiga. Así todos nos olvidamos de coches y podemos disfrutar al máximo de la fiesta. Es una comodidad en todos los sentidos.
En cuanto a la pareja, la situación ideal pasa por organizar todo conjuntamente, o lo máximo que se pueda, es decir, hablando y tomando decisiones entre los dos. Que ninguno cargue con más responsabilidad que otro ni nadie se desentienda, que aquí nos casamos ambos!
Por otro lado, el menú será más fácil escogerlo si acudimos a la prueba con alguien que nos ayude con su opinión, pueden ser nuestros padres, algún hermano, amigos, gente de confianza que sea sincera y entre todos poder elegir la comida que degustarán los invitados al enlace.
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Y algo que me ha llamado mucho la atención a la hora de buscar elementos que faciliten la organización de la boda es que existen aplicaciones para móviles que nos ayudan a hacerlo. ¡Maravilloso! Por ejemplo, Wedding Budget, que permite llevar al día el presupuesto, saber cuánto debes, cuánto llevas gastado, el margen del que dispones… Todo por categorías y con posibilidad de añadir notas y gráficos. Todo muy organizado. También está Wedding Row, un archivador en tu móvil donde podrás guardar toda la información que vas encontrando y que te resulta interesante para aplicar en tu boda. Y si queréis un asistente personal que te asesore en cómo distribuir las tareas asignadas a amigos o familiares, te recuerde cosas importantes o te inspire a la hora de elegir algún detalle para la boda, podéis descargaros Brides wedding genius. Hay muchas más, gratis o pagando unos poquitos euros.
Y, por supuesto, los consejos organizativos de siempre: hacer una lista con todo lo que necesitas (y sentir ese placer que se siente al tachar las cosas ya hechas), tener controlados a los proveedores, planearlo todo con tiempo y tranquilidad, en definitiva, planificar el enlace entre los dos, delegar tareas y, sobre todo, no perder nunca la calma ni la sonrisa.
